En el fondo de un jardín de Sheffield, Reino Unido, vive en una casita de ensueño un diminuto ratón llamado George. Aunque parece el inicio de un cuento de hadas, esta entrañable historia es real y es de esas que superan la ficción.
Un día, el fotógrafo Simon Dell estaba sentado en su jardín tomando fotos de los pájaros en sus comederos cuando un movimiento en el césped llamó su atención. Al acercarse con su cámara, se sorprendió al ver una familia de ratones y a un ratón en particular erguido.
En lugar de asustarse o tratar de espantarlos, Dell decidió construirles casas de ensueño con comida, para resguardarlos de los gatos en la zona, y al ratón erguido lo llamó cariñosamente George.
"En la naturaleza, los ratones enfrentan tantos peligros a diario cuando parten en busca de comida", dijo Dell a Newsweek. "Pero mis ratones ahora tienen un hogar seguro, un lugar para esconderse y solo tienen que Sali por la puerta principal para comer".